Una canción que nos permite disfrutar de cada momento; no se siente apresurada y se toma su tiempo para florecer y envolverte poco a poco. Le pide al oyente paciencia y a cambio, le otorga una experiencia musical completa: con emociones honestas, musicalmente cuidada hasta el último detalle y que abraza y libera espiritualmente.
Un indie folk que se percibe como un viaje sonoro y emocional que empieza desde una forma de desnudez emocional que se eleva poco a poco para llegar a un crescendo icónico, en donde cada palabra se siente como si estuviésemos cantando un mantra liberador.
La voz de Louisa se siente cercana, frágil y sincera, fielmente acompañada por guitarras acústicas suaves que marcan el ritmo y paso con la delicadeza característica de éste género musical.
Lo que hace tan única a ésta canción es que se inicia con una calma íntima que llaman la atención del público, para que, sin que se de cuenta, todo comienza a elevarse, hay una expansión dinámica de los instrumentos que hace que el clímax, que aunque no es inmediato, es profundamente liberador.
0 Comments