Si creciste escuchando música en puro vinilo, viviste el momento más grande de bandas como The Strokes y piensas que los mejores estribillos siempre tienen algo de desesperación romántica, llegaste a la canción ideal para ti. Estás a punto de escuchar un puente sonoro entre décadas, sentimientos y el poder de un buen tema del rock indie.
Es una pieza que parece que se resiste al paso del tiempo debido a su capacidad de mirar hacia atrás con el corazón dispuesto. Se siente casi como si fuera una carta de amor al pasado, con guitarras poderosas, acordes sucios y una sensibilidad profundamente nostálgica.
La influencia de los años 50'2 y 60's están claramente marcadas en los sonidos que diferenciamos en éste tema: progresiones armónicas, entregas vocales cálidas, amplificadores que nos mueven a un desorden y liberación emocional, batería que impacta con intención y un bajo que une todo, no para robar protagonismo, sino para procurar que todos elementos se sientan etéreos, brillantes y resonantes.
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