Tienes que prepararte para una joya de rock indie que se puede sentir como una confesión poderosa, una reflexión musical acerca de las imperfecciones que nos hacen humanos, heridas que nos marcan y sobre todo, una canción que no sólo es un deleite para los oídos, si no que también, a través de una esencia empática, va directo a calmar el corazón.
Combina de manera fabulosa una instrumentación sobria con una narrativa honesta acerca de la luchas e imperfecciones de la vida, explicando la idea de que todos los humanos llevamos cicatrices (físicas y emocionales) y alienta a aceptar dichas marcas definiéndolas como una especie de recuerdos de oro, que reflejan nuestro crecimiento, resiliencia y el hecho de estar vivos.
Musicalmente, es una canción contenida pero efectiva al introducirnos guitarras melódicas que van creciendo y tomando fuerza conforme el mensaje va llegando al punto más alto gracias a una voz y entrega vocal impresionante que desemboca en un coro poderoso y conmovedor.
El tema te va a dar una sensación tan empoderante que vas a querer repetirla una y otra vez; ¡Escúchala ya!
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