El bajo, la guitarra eléctrica y las percusiones ligeras y progresivas son una exquisitez dentro de esta increíble pieza musical, la cual es perfectamente complementada con la increíble, y suave pero poderosa voz de Cook, en la cual el oyente se va a perder a lo largo de estos maravillosos 3 minutos y medio.
El artista nos canta una emotiva reflexión sobre lo que es estar y/o sentirse solo de una manera bastante profunda y sincera; casi como si fuera una plática entre dos personas que tan sólo están buscando comprensión y entendimiento hacía la soledad; y que la música te acompañe y te entienda en momentos así, no tiene precio, por lo que esta pieza realmente se le agradece a James.
La canción es perfecta para aquellos que disfruten y busquen constantemente piezas musicales que se apegan totalmente a las bases características de los géneros folk y countrys. James Cook es garantía de que vas a pasar un buen momento de introspección y nostalgia mientras lo escuchas.
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