La canción arranca con un tono cadencioso, de ese que invita
a moverse a su ritmo. La guitarra melódica es la que nos sumerge en este ambiente
que suena atrayente. Mientras que la batería se encarga de marcar el compás
pausado, pero que va al mismo tiempo que el resto de la melodía. Y es que hay
un rasgueo que nos acompaña casi toda la canción que suena muy bien, pues no
nos suelta en ningún momento. La interpretación, por otro lado, merece ser
reconocida, porque Maya Mendez logra generar muchas emociones mientras nos
canta.
Ella tiene un tono de voz aterciopelado la mayor parte del tiempo,
pero cerca del minuto 2:40, cuando hace los coros de la canción en forma de un
eco es cuando su tono suena hermoso. Ella nos canta con un tono melancólico,
pues noes está hablando de una traición y un desengaño amoroso, en donde
transmite un poco de dolor. Simplemente, podemos conectar con las emociones de
Maya.
¡Maya Mendez nos transmite su dolor por una decepción
amorosa en cada nota!
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