Con Where Mi Girls At, la escena musical del rap australiano recibe una dosis electrizante de actitud y autenticidad. Esta canción no funciona solo como una llamada de la pista de baile, sino también como una declaración abierta de identidad, casi como una celebración de la cultura FOB (Fresh Off The Boat) del sureste del país, en donde se combinan diferentes raíces, comunidades y sobre todo, una energía desbordante.
Su ritmo es contagioso; tiene una producción pulida y moderna, que libera un flow descaradamente firme, que evoca aquellos momentos en donde la música, el baile y el orgullo cultural conviven sin dificultad. Además, las letras entran con confianza y estilo, haciendo que la canción se convierta en un himno para aquellos que han crecido entre varios mundos y han tenido que aprender a hacer de ello su mayor fortaleza.
El tema tiene como misión hacernos mover, además de visibilizar una voz dentro del rap que muy pocas veces toma la delantera. Es una entrega audaz que nos deja claro que hay narrativas preparadas para sonar y ser bailadas con fuerza propia.
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