Adéntrate a esta odisea electrónica entre el deseo y la energía; Anna-My nos regala una pista que funcionará igual de bien a las 3am en un club de playa con luces estroboscópicas tanto como en audífonos una tarde de verano mientras caminamos recordando algo (o alguien) que ya no está.
La canción es una narrativa electrónica que conjuga euforia, nostalgia y deseo con una precisión exquisita; la producción es elegante y cercana, emocional y melodiosa. Es una pieza vibrante y texturizada en donde hay bajos que pulsan como los corazones enamorados; además hay una percusión dinámica que cimienta la base de sintetizadores que explotan con encanto rítmico y emocional que disfrutaremos con intensidad segundo tras segundo.
Perdecta para perderte en el ritmo con alguien mientras una vibra cálida y bailable los envuelve por unos minutos, donde no importa nada más que la música y lo que hagamos con ella.
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