Si eres fanático de trap, hip-hop, sobre todo del estilo estadounidense, muy del estilo de Drake, Lil Wayne, etc., de verdad que tienes que darle la oportunidad a esta canción, no te vas a arrepentir. Representa a la perfección que muchas veces, éste estilo de música no es solo eso, sino también la expresión de un testimonio a través del arte.
Desde las primeras notas, se percibe la descarga de energía cruda, directa desde las calles al beat. Tiene un ritmo oscuro y pulsante característico del trap que marca el tono de una base pesada, con bajos que se sienten retumbar en el pecho y una percusión afilada que eleva por completo el ánimo y sobre todo la energía de cualquiera que se acerque a ésta experiencia sonora.
Cada uno de los artistas aportan su variedad de estilo, flow y visión, lo que le da al tema una dinámica bastante interesante. Se siente real porque las letras, a pesar de ser controversiales para ciertas personas, se cantan de manera directa y firme. Hay una autenticidad que no se puede negar, en donde el beat y lo narrado encuentran el balance perfecto.
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