Las emociones están lejos de ser sencillas, y conforme vamos creciendo y madurando, nos damos cuenta de lo complejo que éstas pueden llegar a ser y muchas veces resulta más complicado el expresarlas y trabajar con ellas, pero como siempre, el arte, como la música, siempre salva.
Con un estilo de música atemporal, voces potentes y dinámicas, letras impresionantes y melodías cautivantes, ésta canción es un ejemplo excelente y brillante de cómo se puede conectar exitosamente con las emociones del público a través del sonido, sin exageraciones y sólo con la verdad y una sensibilidad real y pura.
Se siente una composición escita y producida desde el alma y con la única intención de acompañar en momentos reflectivos y de soledad melancólica. El piano y las cuerdas están presentes pero son sutiles para que la melodía se mantenga elegante y la voz principal mantenga la fuerza y vulnerabilidad necesaria para conectar con la sensibilidad de cada uno de los oyentes.
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