Podría definirse como una canción de rareza encantadora dentro del indie y synthpop. Es ideal para los fanáticos del pop alternativo con giros experimentales refrescantes y bien logrados.
Se siente una vibra lo-fi, tierna y existencialista que no sólo es gracias a los sonidos, el ritmo y los beats, sino por la narrativa y el tema principal, que podría resultar tanto absurda, como entrañable y obviamente, única. La letra explora el encuentro entre la fantasía y la realidad, usando la figura de un gato como símbolo de guía espiritual y emocional en un momento de abrumación y desconexión del entorno.
Al usar capas de sintetizadores hipnóticas y texturas etéreas, la pista obtiene un toque onírico. No lo pienses mucho y experimenta por tu cuenta en esta experiencia ligeramente retro y casi psicodélica que ofrece esta increíble canción, que prácticamente nos plantea la existencia de un gato (literal o no) que entrega mensajes que salva al mundo y a uno mismo.
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