Lo que esta canción nos ofrece es un indie rock en su más pura
esencia. Tiene una guitarra reverberante que logra atrapar nuestra atención y
una batería que la acompaña con su sonido pulsante. Cerca del segundo 30 la
guitarra se queda con nosotros con su riff que también se siente ligeramente
saturado, pues llena toda la pista, para luego dar paso a la integración de la
batería con su sutil golpeteo.
Cerca del minuto 1:20 la música baja el volumen y solo se
queda con nosotros la voz de su intérprete, quien con ese tono grave nos
adentra a su universo musical en donde también su voz adquiere este efecto que
reverbera en nuestros oídos. Algo que logró atraparme en esta canción, es que
juega tanto con la música como con la interpretación para crear una pista sonora
vibrante y brillante. Pero, sin duda, es la guitarra la que se lleva gran parte
del sonido de esta canción, es ese elemento que hace único a este sencillo que
ya puedes incluir en tu playlist.
¡La guitarra reverberante en esta canción se lleva el
protagonismo!
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