El sonido de esta canción te transporta a otro lugar, porque
al principio te hace sentir en otra época, pero poco a poco se va transformando
en una pieza electrónica moderna, se mueve con ritmo, pero con suavidad y
gracia por los sonidos que se van adentrando con sutileza, estos que crean una
perfecta armonía con la voz, la cual inicio me recordó un poco a la de The Weeknd.
Y es que el intérprete tiene este tono suave y melancólico,
también evoca un sentimiento de seducción con un poco de ritmo cuando es
necesario subir el volumen. La melodía y la voz logran crear una canción que
brilla a través de la electrónica, con cierto dramatismo que incluso la hace
sonar elegante en ciertos momentos, cuando es la música la que se queda sonando
solo unos cuantos segundos. El final, cerca del minuto 2:17 es una de mis partes
favoritas, porque se mezcla el sonido con el coro de una mujer que no está ahí
para destacar, acompaña cada nota.
¡Un vals electrónico que vas a querer bailar!
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