Esta canción inicia con unas ráfagas que aunadas con el
sonido suave del piano crean una canción emocional y melancólica. Es una balada
que brilla por la forma en que se mueven los instrumentos junto con la voz de
su intérprete, quien canta suave, casi en un susurro que llega a lo más
profundo de la cabeza y el corazón. Y no es para menos que se escuche de esta
manera, pues el tema está lleno de sensibilidad y optimismo.
La melodía envuelve tanto la voz de Kris Meg como lo hace
con nuestros oídos, hay una sutileza que cautiva y emociona con cada nota,
porque tanto la voz como el piano se escuchan naturales, como si estuvieran
sosteniendo un diálogo que no solo debe cantarse, también debe moverse con
soltura y delicadeza. Esta canción te invita a encontrar la luz en pequeños
detalles y momentos, y sin duda, con tan solo darle play a este tema te vas a
topar con eso.
¡Esta canción está llena de luz en cada nota!
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