Amo cuando la batería es quien abre la canción, porque esos
sonidos que suenan como latidos son los que dan la bienvenida al escucha para contar
una nueva historia. En este caso, la batería podría sonar a veces un poco pesada
o fuera de tono, pero creo que es parte de ese sentimiento de frustración que
se percibe cuando uno es atacado o manipulado por otras personas: se siente
como un beat fuera de ritmo que no deja de retumbar en nuestra cabeza. De ahí
que la melodía y la letra se fusionen de una manera imperfectamente hermosa,
solo para contar una historia.
La voz de la intérprete suena grave hasta el segundo 33,
cuando su tono es más profundo, solo para transportarnos a un ambiente más
pesado, donde la calidez queda un poco de lado para ofrecer un tema que parece
doler un poco en las notas posteriores. Es un tema para hacer catarsis cuando
las cosas no van del todo bien o te sientes que pierdes tu autonomía.
¡Esta es una confesión sobre una lucha interna!
0 Comments