La voz melancólica y nostálgica de Amber Kenny logra
mezclarse a la perfección con el golpeteo marcado y pausado de la batería,
porque para interpretar esta canción no se lleva prisa, va con calma y se mueve
con suavidad, va fluyendo por tus oídos con delicadeza para darte unos minutos
de paz. Y créeme cuando te digo que sí te vas a sentir en paz y acompañado,
incluso logra ponerte la piel chinita y crea una atmósfera donde todo parece
estar bien.
Las cuerdas del minuto 2:46 sirven para enamorarte de la
canción, y el coro que sigue inmediatamente después se siente como bajado de
algún lado del cielo, todo con una perfecta armonía que llena no solo tus
oídos, también el espacio en donde decidas escuchar esta canción que habla de
resiliencia u de la fuerza para seguir adelante en medio de las dificultades.
Un tema que resuena en muchos, pero que aquí, entonan con una nostalgia que se
comparte y disfruta.
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