Con una energía e inmediatez sin rodeos, I Don't Mind irrumpe como una pequeña joya de punk rock con indicios de power pop, que seguro te recordarán al espíritu crudo y alternativo de los primeros Foo Fighters. Esta es una canción que en realidad no se detiene a pensar demasiado y entra directo al grano con guitarras rasgadas, baterías pulsantes y una voz contundente y cargada de actitud.
Desde el primer segundo, el tema nos recibe con una sensación noventera de garage sin pretensiones, en donde la urgencia emocional se mezcla con estribillos pegadizos y una estructura ligera pero persistente. Aquí no hay excesos innecesarios; tan solo con riffs afilados, coros que nos mueven y una vibra rebelde y fresca, nuestros oídos no podrán resistirse a esta pieza.
Uno de los aspectos a subrayar de esta canción, es su capacidad de condensar la nostalgia y el nervio en un par de minutos, lo suficiente para que recordemos que lo mejor del rock está en su forma más directa y honesta.
Pon este track para cuando quieras levantar tu ánimo, gritarlo a todo pulmón y liberar tu alma con música.
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