Con metáforas deliciosas, del tipo que mezcla ingredientes y piel, One of the Broken celebra la belleza femenina como si hablara de un plato que no puedes dejar de probar. Cada verso es una cucharada de buen humor, picardía y admiración sincera. La producción brilla con bajos redondos, teclas juguetonas y una percusión que hace imposible quedarse quieto.
Es una canción sensual sin ser pretenciosa, coqueta sin cruzar la línea. Esta pieza nos recuerda que a veces el amor, o incluso la atracción, también entra por el gusto. Es dulce, sabrosa y perfectamente sazonada, esta canción te deja con hambre… de ponerla en repeat.
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