Like We Used to Do, el segundo track del álbum Cabin 232 de Eliz, emerge como una joya introspectiva dentro del indie pop contemporáneo. Escrita durante un verano en el campamento de cantautores de Interlochen, esta canción se siente como un suspiro melódico lleno de nostalgia y desilusión.
La artista ha logrado plasmar ese momento desgarrador en donde el amor ya no se siente compartido y lo único que queda son preguntas sin respuestas. La producción es íntima y variada, en donde una voz delicada nos transmite fragilidad y profundidad emocional; por otro lado, la instrumentación es minimalista y sus texturas suaves y ambientales permiten que cada palabra tenga su peso y nos lleguen a impactar.
Es una canción acerca del vacío que deja el amor cuando uno de los involucrados ya ha soltado; aquí no solo se narra una historia, sino que se siente. Para aquellos que transitan la frontera entre aferrarse y dejar ir, encontrarán en este tema un refugio reconfortante.
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