En esta canción podremos apreciar la belleza cruda del dolor emocional a través de una experiencia musical en donde igual seremos testigos de que el indie rock continúa siendo un refugio para expresar todo lo que sentimos de la manera más honesta. Prepárate para escuchar una confesión nocturna que te hará encontrar consuelo en el arte.
Desde un inicio, los primeros acordes ya se encargan de transportarnos a un espacio emocional sereno en donde nuestro dolor adquirirá una nueva forma más poética. La voz confesional se adhiere con naturalidad a una producción que nos puede recordar a la calidez de The Sundays, así como la sensibilidad estética de The Cranberries, claro que con un toque moderno que nos remiten a un paisaje externo y a un estado mental en donde se conviven con el duelo, la memoria y lo frágil que puede ser el amor. La banda quiso retratar la dualidad del amor y lo logró con perfección: en cada verso podemos sentir tal intención, y como público es muy fácil dejarse llevar y suspenderse para respirar dentro de nuestros sentimientos.
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