Jenny, un country sucio y sincero que se gana a su público con su alma sureña y corazón eléctrico. Spencer Silver debuta con una mezcla explosiva de pasión contenida y raíces largas en este poderoso sencillo alt country. De hecho, se siente como si ésta canción hubiese sido grabada con el corazón ardiendo y las botas polvorientas; es abrasadora en los sonidos americanos tradicionales, pero con una pizca de sonidos novedosos que la vuelve, según palabras del mismo artista, un southern grunge.
La canción no pierde el tiempo al establecer su tono: lleno de guitarras eléctricas que golpean como las olas de aire cálido, baterías firmes que se dedican a llevar el pulso con fuerza, además de una voz rasposa y muy apegada a la verdad. Tal y como lo dice el artista, es una pieza que nos cuenta una historia de pasión y lujuria contenida, lo cual se puede sentir en cada compás. Aquí seremos testigos de los deseos que se arrastran, que nos hacen retorcernos para al final liberarnos de todo a través de estribillos que nos prometen soltura física, emocional y musical.
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