Rubanq llega para nosotros con un himno apocalíptico en donde se combina lo duro del rock alternativo, texturas grunge y una sensación americana desértica con un humor y ritmo seco que solo podría aparecer en el fin del mundo… literalmente. ¿Listo?
La canción nos pone a imaginar un escenario donde la inteligencia artificial nos ha ganado y a las personas no nos queda de otra más que responder con resignación melódica y existencialista. Los riffs se sienten polvorientos, la cadencia arde en fuego lento, y la voz que parece hablarnos sarcásticamente desde el borde del abismo. World Wide Dead se siente como un último brindis antes de apagar las luces por siempre; es como un apocalipsis digital épico y con mucho groove.
Tal y como lo dice el artista, es el tipo de canción que bailarías mientras sabes que el mundo poco a poco se está acabando, aceptando la realidad y disfrutando de lo último.
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