Esta es una de esas canciones que se sienten como una corriente subterránea que va ganando fuerza hasta arrastrarte. Para los fanáticos de Hayley Williams, esta pieza de pop alternativo melancólico nos ofrece in viaje sonoro profundo y emocional, que tiene una producción cuidada hasta el más mínimo detalle.
La canción se desarrolla sobre una base percusiva enérgica en donde se contrastan capas oscuras y etéreas que se van tejiendo poco a poco. Dicha tensión constante entre lo delicado y lo intenso, crea un ambiente que es casi cinematográfico; además, la voz es contenida pero llena de intención, que nos salpica de sentimientos calmados pero engañosos. El estribillo es la cereza de este pastel música, al tener intervenciones salvajes y orgánicas de instrumentos para aportar la sensación de movimiento constante.
Cierra los ojos y déjate llevar con esta canción que no teme explorar las emociones y entregarnos una joya inmersiva y poderosa que te dejará una huella.
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