En su más reciente lanzamiento, y dentro de un mundo donde parece que todo se mueve demasiado rápido, Hannah Stokes nos invita a bajarle al ritmo (pero no a la energía) con un tema de nu jazz con toques de neo soul y pop jazz, con el cual reflexionaremos sobre el ciclo repetitivo de nuestros propios errores. Lejos de ser una balada triste, el tema fluye con un groove relajado, cálido y divertido, contrastando suave y sutilmente con el mensaje introspectivo que nos quiere dar.
La producción es rica en sus texturas, con acordes ligeros, bajos envolventes y una entrega vocal que nos transmite calma y honestidad. La letra habla de sentirse perdido, de cuando corremos tanto que parece que estamos retrocediendo; es como esa sensación de habernos traicionado a nosotros mismos por el apuro que tenemos en la cotidianeidad.
Es perfecta para tus playlist animadas, sobre todo porque pudo capturar emociones modernas y universales, como el desgaste emocional el que todos llegamos después de estar mucho tiempo en piloto automático.
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