El inde folk canadiense ha encontrado una nueva voz en Elliott Isaac, quien debuta con Obviously Faking, una canción sin duda es su carta de presentación y un tema para la catarsis emocional a partes iguales. Conocido por su trabajos anteriores con Cam Kahin y CJ Wiley, Elliott se lanza en solitario con una propuesta íntima y melancólica que explora las auguras de la identidad en la era digital.
Esta canción es un lamento suave pero afilado acerca del síndrome del impostor y la constante comparación que nos impone la vida en lindes. A través de guitarras nostálgicas y una producción contenida, el artista construye un manta ambiguo; es frágil e irónico, pero brutalmente honesto. Su voz, algo quebrada pero firme, resuena como la de alguien que al fin se permite soltar aquello que contuvo durante años.
Este tema no sólo marca un punto de inflexión en su carrera, si no también una reflexión generacional. Elliott expone sus dudas como quien recuerda sus días de juventud pasados de la mejor manera. Es un debut conmovedor, que gira y que deja huella.
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