Una canción que nos plasmará entre la rutina, el whiskey y la verdad, con una mirada honesta desde el folk rock llega esta nueva entrega de CGW que se siente exactamente como una confesión íntima, un retrato crudo de la vida adulta, la pérdida de conexión y la lucha interna por no rendirse ante la rutina y al alcohol... Al ser un tema con el que muchos pueden sentirse conectados, la pieza se vuelve imperdible.
Tiene una base acústica sólida, con una interpretación vocal vulnerable y sobre todo una producción sobria que favorece cada causa y palabra para que la canción se sienta como si fuéramos testigos de la voz de un hombre que lo único que desea es ya no vivir anestesiado. La estructura general nos remite a lo mejor del folk; sin llegar al dramatismo forzado, su absoluta honestidad le da la fuerza para poder llamarse un himno sobre seguir adelante.
Si quieres gritarle a tu resistencia emocional mientras suenan melodiosas guitarras de fondo, mientras que el mundo sigue girando cuando tú apenas sobrevives, esta canción será la que te motivará a hacer eso y más.
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