Una canción que se siente como una brisa en todo el cuerpo. Stained Glass Heart, la nueva balada indie de Mindy Gledhill es una pieza suave y contemplativa que logra transformar la vulnerabilidad universal en arte. Es un tema que sin miedo ni presión te hace una invitación para que te atrevas a mirar tus pedazos rotos y la de los demás, para hacerte entender con su melodía que eso es lo que te hace ser (y a los demás) perfectamente humano.
Musicalmente va creciendo con una delicadeza que sólo los sonidos indies logran, con guitarras ligeras, arreglos minimalistas en los instrumentos, y una voz que se percibe tan íntima que ayuda a crear un ambiente cálido, como si estuviéramos frente a frente con la artista mientras nos canta con sensibilidad, emoción y honestidad pura.
Es un tema que llegó para quedarse contigo. Su poder y gancho está en lo sutil, y en lo mucho que te hace sentir con tan poco. Será perfecto para cuando sientas que tu corazón está sensible y lo único que necesites sea encontrar un refugio sonoro que te permita explorar todos esos sentidos.
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