Una canción que por completo brilla por su frescura, una energía juguetona y tono coqueto. Se siente como una celebración de lo simple, directo y honesto. Déjate fluir con el ritmo de Bait para que puedas entender y disfrutar mejor el punto de ésta entrega: no pensar demasiado las cosas y dejar que todo emane como tenga que ser.
La producción es rica y variada en sonidos, además de que también se escuchan toques experimentales, que en conjunto, crea una sensación embriagante que anima a dar el paso necesario para dejarse llevar por y con alguien, de no rendirse por sobre pensar si va a salir bien o no; es el pequeño empujón que muchas veces se necesita para hacerle más caso a nuestro corazón que al cerebro.
Así mismo, un factor que indudablemente hace brillar a la canción es la voz principal; la habilidad vocal de Kairvina se desliza con soltura palabra por palabra, coquetea con la melodía sin perder la intención y emoción principal. Esta narración no te soltará y te llevará con delicadeza pero emoción a lo largo y ancho de las capas y variaciones musicales que se encuentran dentro de la entrega.
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