Desde los primeros acordes de guitarra que aparecen en la canción, una sensación electrificante recorre el cuerpo entero y crea en el oyente una emoción y expectación de lo que se viene en la melodía; y afortunadamente, el resto de la canción es igual, e incluso más rica de escuchar, que los primeros segundos. ¡Prepárate para escuchar ésta joyísima de canción!
Esta melodía nace de una necesidad que Joel McColl expresa con urgencia: responder con el arte de la música ante la falta de amor y comprensión que parece dominar, muchas veces, la energía del mundo. La letra es una seria y profunda reflexión sobre lo que como humanidad y espacio, podríamos lograr si eligiéramos el camino de la empatía y serenidad. La canción no sólo se encarga de expresar lo que nos falta, sino que también, de manera comprensiva pero firme, hace una invitación y anima hacia la esperanza.
La voz cálida y directa de McColl hace un excepcional equipo con las suaves guitarras eléctricas, toques de armónica y percusiones firmes, impulsando a la canción a ser una perfecta referencia dentro del género musical.
Armoniosamente recordaremos que aunque el amor a veces puede parecer poco, está siempre la posibilidad de construir y llegar a algo más lindo si tomamos la decisión a vulnerarnos para poder sentir, escuchar y actuar desde el cariño.
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