Si te gustan los Arctic Monkeys, o en general todo ese estilo de música y de desarrollo sonoro, deberás de darles una oportunidad a Imposters, quienes están decididos a ser exponentes enormes no sólo del género, sino de la industria... pon atención, pronto los escucharemos por todos lados.
Una canción que se siente como una demostración que a veces, la oscuridad también puede brillar. Al ser una poderosa combinación del rock indie y garage, que se siente evolucionada sin perder el toque clásico, se siente sucia pero elegante al mismo tiempo, que podría interpretarse como la combinación de lo mejor de ambos mundos: una esencia-base rebelde, con una actitud-melodía más sutil y sensible.
Las guitarras eléctricas no dudan entrar desde el inicio con fuerza, cargadas con una distorsión que hipnotiza y marca su territorio; con acorde pesados y repetitivos que construyen una onda de sonidos que remiten a las bandas clásicas del género, pero que también recogen elementos íntimos y frescos de la actualidad para que logre conectar también con un público contemporáneo. Es como si la canción supiera exactamente en qué momento y cuánto mostrar y cuánto ocultar para poder envolver al público y quedarse con él durante mucho tiempo.
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