La canción se siente como si la banda se hubiera abierto el pecho y nos mostrara sus sentimientos y pensamientos más vulnerables. Es una especie de carta abierta e invitación a un acto de liberación emocional y de identidad para reconstruirnos. Te conducirá para que al final te atrevas a mirarte y percibirte con compasión sin miedo ni juicios externos. Si has pasado por la oscuridad y tienes ganas y decisión de hablar de ella con la intención de salir con la frente en alto.
Una pieza que está empapada de sonidos tradicionales del sur, y que es narrada con una honestidad sin piedad, que no teme llevarnos de la mano y con ternura por un viaje de culpa, redención, pero sobre todo, aceptación. Tal y como lo dice el artista, es acerca de aceptar lo que fue y seguir adelante para ser quien debería haber sido siempre.
Prepárate para oír una excelente combinación de lo mejor del alt country que siempre es emocional, con toques clásicos pero originales. Hay una guitarra funky folk que le da el aire tradicional que la mantiene en la vibra sureña. Un sonido que sabe y entiende del dolor, pero que motiva hacia el orgullo, y persistencia de encontrar tu lugar, tu hogar; nunca es tarde.
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