Una canción que se siente que nos sostiene en momentos donde lo demás no alcanza; bastante poderosa porque surge desde la ausencia, de un dolor a veces suave, a veces duro, pero constante, del luto. Si estás buscando un refugio musical, éste tema es lo que necesitas; te ayudará a recordar, sanar y a sentir amor incluso si aquella persona ya no está físicamente.
La letra va de escenas simples y conmovedoras en donde se tiene el consuelo de saber que alguien está cerca. La producción minimalista y con un tono suave: tan solo la artista, una guitarra acústica, un micrófono y mucha vulnerabilidad; lo cual se vuelve la mejor compañía para esos momentos melancólicos en donde buscamos comprensión y salvación de la música.
Una pieza pop acústica y relajada, profundamente humana. No busca dramatizar una pérdida, sino aceptarla y abrazarla con ternura y reconocimiento para que pueda florecer el amor eterno. Una canción que te permite llorar si es lo que te hace falta, para después abrazarte e invitarte a sonreír por todo lo compartido.
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