Desde el primer momento sabes que la canción hará que te quedes con ella durante toda su duración. El impacto de las guitarras eléctricas, el oyente se engancha y se emociona por lo que está a punto de escuchar.
La vibra que emiten los sonidos Lo-fi y pop, en acompañamiento de un suave sintetizador, crean la atmósfera perfecta en donde encaja de manera satisfactoria la letra tan significativa y con la que mucho público puede relacionarse: alejarse del espacio que nos vio crecer y formó parte de nuestro desarrollo como persona. Y es que no siempre es una estructura de la cual nos despedimos; también se incluyen las personas, los recuerdos, las imágenes y los sonidos.
La melodía, es un deleite una vez que te das cuenta que el piano sutil y matizado es utilizado para dar un significado y melancolía a la interpretación, y por otra parte, las percusiones suaves y apartadas podrían interpretarse como los últimos segundos en los que se permanece en ese lugar al que le estamos diciendo adiós. Una entrega que no tiene desperdicio de inicio a fin, vocal e instrumentalmente hablando.
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