Primer segundo y ya estamos siendo recibidos con unos increíbles acordes de guitarra eléctrica... ¡obviamente estamos a punto de escuchar una joya musical!
Con un sonido y vibración que hacen recordar a Adam Lambert, Zain presenta ésta pieza como una clase de introducción a una dualidad (muy ad hoc al título de la canción)que involucra una aparente perfección exterior, mientras que por dentro existe toda una revolución que provoca una sensación de ardor; tienes que ver el video de de la canción para poder entender ésta metáfora que el artista retrató de una increíble manera.
Melódicamente también podemos apreciar la dualidad que está tratando de retratarse en esta producción: guitarras estruendosas la mayoría del tiempo, siendo acompañadas de beats ligeros, pero cuando éstos pasan a primer plano con una subida de energía, las guitarras saben ser ahora la compañía, lo cual hace una impecable alusión al título refiriéndose a la suavidad y ligereza, como el Velvet y explosiva como la Rage. Una mezcla disfrutable para cuando quieras elevar los ánimos.
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