Una canción que nació desde una inspiración en el abismo. Molly es una de esas piezas que emergen cuando la tristeza y confusión ya no se pueden ignorar. AMANDA BJORN a partir de una tragedia emocional nos obsequia éste acto de supervivencia emocional y exposición hacia el subconsciente hecho un increíble tema musical.
La vulnerabilidad se siente desde los primeros acordes y a través de la melodía que avanza con una estática densa, casi como si cada nota fuera representado poco a poco el dolor. La voz de la artista es íntima y frágil, que sirve de una excelente guía para que el oyente se vaya por un camino de búsqueda y nombramiento del dolor interior; convirtiendo a la canción en un espacio de para la catarsis y soltar.
Musicalmente no necesita adornos innecesarios; al ser sutil y cruda, permite que las emociones emerjan y se expresen; podría decirse que el tema es la representación sonora de momentos en donde aceptamos lo que estamos sintiendo para poder llegar a una libertad.
Si necesitas una canción que te deje en calma, llegaste al lugar indicado.
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