¿Estás buscando una canción tranquila con un mensaje profundo para aquellos momentos en donde quieres que la música te acompañe en las sesiones de introspección? Aquí está la pieza perfecta para ti.
Desde el primer segundo podemos notar cierta densidad en la canción, casi como si fuera una neblina suave que te atrapa poco a poco. Comienza con una base baja en intensidad, en donde un piano sutil marca el ritmo, lo que crea una atmósfera suave y calmada, porque lo que se busca no es impactar con estridencias, sino sumergir al público poco a poco en un estado puro de contemplación.
Conforme la pista va avanzando, ésta va creciendo con suavidad en compañía de la voz de Alassane, quien funciona como una especie de guía emocional dentro de la canción al estar cargada de sinceridad; es como si cada una de sus palabras estuviera siendo pronunciada para calar en lo más profundo de cada uno de sus oyentes. El poder de la narración recae más en lo que se está sugiriendo que en el volumen que lo hace.
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